Las obras, los cortes de calles sin avisar y la falta de información sobre los accesos han convertido la entrada al centro de la ciudad en un caos para los conductores. Acudir a realizar gestiones al ayuntamiento, Hacienda, el juzgado o la oficina del Sexpe se ha convertido en una misión casi imposible para quien debe desplazarse en coche y llueven las quejas de conductores, pero también de sectores como el comercio o los taxistas.

La situación ha empeorado desde que se cerró al tráfico la calle Zapatería por la obra de renovación del pavimento, ya que ésta era la única vía de acceso a la plaza Mayor. Pero a esto hay que sumar que la calle Talavera sigue cerrada con vallas después de casi tres meses de terminada la obra porque ahora el ayuntamiento tiene que modificar la ubicación del pivote.

Así, la única entrada para quienes necesitan hacer gestiones en el centro es la calle del Rey, pero en muchas ocasiones se ha tenido que cerrar por golpes de coches que han estropeado el pivote y, la última vez ayer por una mudanza que tenía autorización. La solución que dio Tráfico fue la de abrir un hueco en las vallas de la calle Talavera, pero no avisó con ninguna señal ni previamente del cambio, lo que despertó las quejas de conductores y taxistas, que se toparon con Rey cerrada y sin saber qué hacer.

"Yo me encontrado con que no podía entrar por la calle del Rey y gracias a que he visto a los municipales en la calle Talavera y me han dicho que podía pasar porque si no, no me arriesgo". Lo decía un taxista porque en esta vía seguía habiendo varias vallas con una señal de prohibido pasar. Así, el sector se quejaba de que "todo el mundo tiene derecho a hacer una mudanza, pero la policía debe avisar antes y señalizar el nuevo acceso o haberlo autorizado por la tarde, que perjudica menos".

El edil de Tráfico, Blas Raimundo, replicó que, a pesar de no estar señalizado ni avisado "la calle Talavera se abrió para cualquier necesidad y para taxis y ellos lo saben y por la tarde no era posible". Al comercio también le afecta el descontrol en los accesos porque hay quien necesita el coche y no acude porque no sabe por dónde entrar o dónde aparcar. El problema se multiplica los fines de semana porque "no sabes si te vas a encontrar una calle abierta, cerrada o con vallas, es un caos", decía ayer un conductor.