Cada año son más los jóvenes que llegan al centro de acogida temporal de Cáritas en busca de un techo. El aviso lo dio ayer la ONG al hacer balance del número de acogidos en los diez primeros meses del año, 35 de ellos de entre 16 y 23 años.

Aunque sólo suponen un 5,4% del total de acogidos, que ascendió a 647, el coordinador del CAT, Iván Torres, incidió en la importancia de la prevención y la educación para atajar esta situación, a la que llegan los jóvenes procedentes del fracaso escolar, de centros de protección de menores y de familias a las que les falta algún miembro.

Del resto de acogidos, la trabajadora social del centro, Julia Martín, destacó que la mayoría tenían entre 32 y 39 años (174) y el 90,2% fueron hombres, además de incidir en el aumento de los mayores de 50 años (96 este año). Respecto a su origen, explicó que la mayoría fueron españoles, seguidos por rumanos entre los no comunitarios y portugueses entre los comunitarios.

FALTAN VOLUNTARIOS Tras pasar por la atención, 25 accedieron al centro de inserción, que busca integrarles en el plano laboral (4 encontraron empleo) y social y la última fase opcional es la de trabajar en el CAT como colaborador social. Es el caso de Timoteo Gutiérrez, un leonés de 53 años que llegó al centro tras fracasar su negocio: "Estuve tres años de baja y perdí la ilusión hasta que decidí hacer algo. Salir de la calle tiene que salir de uno, aquí hay ayuda, pero las facilidades las tienes que poner tú".

Por su parte, Isabel Díaz, directora de Cáritas, incidió en la necesidad de contar con más voluntarios "que escuchen a estas personas porque todos tienen problemas". Cáritas ha organizado actividades toda esta semana que terminarán el domingo por el Día de los Sin Techo.