Un total de 209 facturas de luz ha pagado Cáritas Interparroquial este año a placentinos que no tenían medios económicos para sufragarlas. Es el dato desde enero y hasta el día de ayer. No corresponde con el número de personas que han necesitado la ayuda de esta Cáritas porque hay casos de una misma persona a la que se han pagado varias facturas durante el año y el dato correponde al titular de la vivienda, en la que en su mayoría convive una familia y con hijos al cargo.

Así, según la información de Cáritas Interparroquial, unas 70 familias han necesitado su ayuda para costear gastos de suministro durante este 2016. Solo este año han registrado 23 nuevos usuarios y la mayor parte demanda el pago de la factura eléctrica. «Nadie quiere que les corten la luz y muchos nos piden la ayuda para que cuando los hijos regresen al colegio no se encuentren con que no tienen luz».

En menor medida les demandan el pago de facturas de agua (han costeado 30 este año) y, por último se encuentran los pagos de facturas de gas, 16.

con hijos a cargo / Quienes necesitan ayuda de Cáritas Interparroquial para afrontar la denominada pobreza energética son, por un lado, personas con una situación cronificada, es decir, «que siempre han utilizado nuestros recursos. Su madre era usuaria y ahora los hijos también» y, por otro, familias normalizadas que se han encontrado con una situación de desempleo prolongado. «Van acumulando facturas y al final tienen que venir».

La mayoría tienen más de 30 y hasta 50 años, con hijos al cargo, aunque también hay personas de entre 50 y 55 que necesitan de estas ayudas.

No obstante, desde Cáritas Interparroquial han observado una ligera disminución de la demanda porque «hay personas que encuentran trabajo y por las rentas básicas» y otras ayudas.

También Cáritas Diocesana costea las facturas, ya en el ámbito de la diócesis y, en este sentido, los datos, desde noviembre del 2015 y hasta abril del 2016, dan la cifra de cerca de 360 facturas de luz, agua y gas pagadas a personas que no podían hacerlo.

Unos 32.000 euros se han invertido en sufragar este tipo de suministros y actualmente la intervención de Cáritas Diocesana «se centra sobre todo en la pobreza energética», más que en costear alquileres, por ejemplo, en palabras de José Luis Espinosa, secretario general. Recuerda que la Fundación Amancio Ortega y la de Caja Extremadura han contribuido económicamente.