La Junta de Extremadura mantiene abierto el expediente informativo que inició antes de hacerse pública la noticia de la muerte de 40 cabras en Casas de Millán, tal como declaró Augusto Macarrilla, uno de los dos hermanos propietarios del ganado.

Al no cerrarse, aún no se conocen las medidas que se pondrán en práctica para acabar con el problema, de esta manera, más cabras podrían estar muriendo y la situación de los vecinos podría ser dañina.

Las medidas se conocerán cuando los técnicos de la Junta valoren la situación y expongan la gravedad del asunto.

Ante esto, la Protectora de Animales, a través de Julia Manzano, culpó ayer al ayuntamiento de la localidad, junto a los dueños del ganado, por "cruzarse de brazos y esperar que la Junta actúe". Sin embargo, el consistorio aseguró en un comunicado que costeó la construcción de una zanja para enterrar a los animales muertos y que no puede prestar ayuda ya que carece de medios y porque los propietarios no se la han solicitado.