El nuevo año no ha comenzado bien para los trabajadores de la oficina del ARI y para el Centro Comercial Abierto. La oficina ya está cerrada y la asociación de comerciantes se queda sin su gerente. En ambos casos, los recortes económicos de la Junta de Extremadura han provocado que dos oficinas situadas en la calle Santa Clara, 10, cierren.

En el caso del ARI, era una noticia anunciada. Tres personas trabajaban en esta oficina, una administrativo; un arquitecto y un arqueólogo. Este último es funcionario de la Junta, con lo que mantendrá su trabajo, pero en otro destino. El ayuntamiento ha asegurado que se hará cargo de los servicios que antes se prestaban desde el ARI.

Por lo que respecta al Centro Comercial Abierto, su vicepresidente, Angel Marcos, explicó ayer que la Junta se hizo cargo inicialmente de la nómina de la gerente en virtud de un contrato "que habría tenido vigencia durante cinco años, hasta el 2014, pero el año pasado, por los recortes, nos quitaron la subvención" y hasta ahora, la propia asociación de comerciantes pagaba la nómina de media jornada de la gerente.

Sin embargo, en unos días finaliza el contrato y ya no pueden asumir este gasto. "Alguien de la directiva tendrá que hacer las funciones de gerente".