Se acabó el espacio. El ayuntamiento acaba de rematar el último pabellón de nichos que se podrá construir en el cementerio municipal de Santa Teresa. El concejal de Servicios Municipales, Luis Miguel Pérez Escanilla, ya advirtió en octubre a la junta de gobierno de que era necesario comenzar a trabajar en su ampliación y, entonces, ya se dio luz verde al inicio de los trámites para sumar al espacio actual un terreno colindante de propiedad privada, lo que multiplicaría su vida útil.

Son 240 los nichos construidos en el último pabellón, lo que da al ayuntamiento un plazo de unos dos años y medio, tres como máximo, para tener listo el nuevo espacio. Porque según ha explicado el edil, si antes se producían unos 110 enterramientos anuales en la ciudad, actualmente esta cifra ha bajado y está en torno a los cien, ya que han aumentado las incineraciones. Por otro lado y, según sus cálculos, la ampliación permitiría alargar la vida del cementerio hasta «treinta o cuarenta años», teniendo en cuenta también la rotación obligatoria, dado que la permanencia en los nichos solo puede ser de diez años.

Así las cosas, el ayuntamiento podía, bien permutar el terreno colindante privado o bien levantar un nuevo cementerio en la zona de Fuentideñas, pero su prioridad es la permuta.

Por eso, desde octubre y hasta la fecha actual, el ayuntamiento se ha reunido con dos de las tres partes propietarias del terreno y, según Escanilla, se han mostrado receptivas a llegar a un acuerdo. El solar de su propiedad es una unidad de ejecución pendiente de urbanizar, por lo que el ayuntamiento quiere permutarlo por un terreno equivalente, en valor, pero también en obligaciones.

En la reunión, el ayuntamiento pidió a los dueños que estudiaran qué terrenos podrían ser equivalentes y de su gusto para realizar la permuta, pero esa respuesta todavía no ha llegado. El concejala reconoce que es una tarea difícil por todos los factores técnicos que hay que tener en cuenta, con lo que, de acuerdo con el concejal de Urbanismo, José Antonio Hernández, han decidido pedirle al redactor del plan general municipal que les indique varios espacios equivalentes para proponérselos a los propietarios.

Así, espera que la negociación se agilice porque «no podemos dormirnos en los laureles», ya que, una vez adquirido el espacio, habría que hacer un estudio geotécnico, un cierre perimetral, las calles del cementerio, canalizaciones de agua, lograr los permisos de Sanidad etcétera».