El teatro sirve para emocionar, para reír, para llorar, pero también sirve como medida para enriquecer la cultura y para trabajar determinadas conductas. Los chicos y chicas del Centro de Menores de Valcorchero han tenido la oportunidad de demostrar cómo, si se quiere, se puede hacer teatro del bueno, gracias, eso sí, al trabajo y el esfuerzo constante. Ha sido en su representación teatral de fin de curso.

Los usuarios del Centro de Menores de Valcorchero han trabajado durante todo este curso, y ya van doce años consecutivos, en el taller de teatro. "Lo pone en marcha Juan Ramón Sánchez, uno de los educadores del centro. Han representado 3 pequeñas obras. Es una actividad lúdica que los alumnos disfrutan en su tiempo libre, pero además de divertirse también se trabajan diferentes habilidades sociales como la empatía. Se trabajan valores como la tolerancia o el respeto; se trabaja en equipo, hay unas normas, una disciplina. A ellos les encanta la actividad de teatro y le dedican mucho esfuerzo e ilusión. Han estado ensayando 3 días por semana, una hora y media cada tarde. La experiencia en todos estos años ha sido muy positiva", explica Begoña Sánchez, directora del centro de menores.