Este PP nos ha salido tan bailón como el Papá Noel socialista . Terminó el 2004 bailando el agua a Pepa Camisón y empieza el 2005 bailando al son de Victoria Domínguez, que marcará ahora el paso a la moción de censura aunque José Luis Díaz cree llegado ya el momento.

Lo que ha hecho Díaz es poner al descubierto las vergüenzas del PP porque hábilmente ha renunciado a ser el candidato en favor de quien quieran los populares y a ver quién explica a la opinión pública que es el PP y no Díaz el que no quiere que sea Victoria Domínguez, su cabeza de lista en las elecciones. Ya no le vale al PP echarle el muerto a Díaz por mucho que toda Plasencia sepa que no se quieren ver ni en pintura, lo que pone en tela de juicio la conveniencia de una moción de censura a no ser que se trate de repartirse la tarta a costa de los placentinos. Por no hablar del coste futuro para un PP que tiene a las bases del partido muy desencantadas. Año nuevo, vida nueva vale también para que PP, CCPL y Camisón aprovechen para hacer un marcaje constructivo al PSOE que las urnas sabrán agradecer.