Para bien, regular o mal, el covid-19 ha cambiado la forma de vivir y disfrutar en la actualidad de todos los ciudadanos, aunque hay situaciones que no cambian y que se pueden realizar sin mayor problema gracias a lo que llaman nueva normalidad. Que es como antes pero con restricciones y medidas de seguridad e higiene que, a su vez, hacen que se pueda estar tranquilamente dándose un baño en la piscina, con mucho más control y evitando los riesgos al máximo.

Y eso es lo que ocurre en la ciudad. Tanto la piscina municipal como la natural de la Isla, cumplen con las medidas necesarias para evitar aglomeraciones y riesgos innecesarios que provoquen un aumento de los contagios por covid-19 y que conllevarían el cierre de estas instalaciones y medidas más endurecidas para evitar una propagación mayor. Lo más importante es el control de los bañistas.

Sin problemas reseñables

«Hasta el momento no ha habido ningún problema ni en la piscina municipal ni en la Isla y todo transcurre con normalidad, pues los usuarios respetan las normas y están cada día más concienciados sobre la necesidad de que sea así si quieren seguir disfrutando de estas instalaciones y sofocar mejor el calor de verano», explican desde el Ayuntamiento de Plasencia.

En la piscina municipal, en general, durante el mes de julio se han vendido un 95% de las entradas, «es decir, nunca ha estado llena» y, aunque se hubieran vendido el 100% de las entradas todos los días, «los usuarios tendrían suficiente espacio para todos, porque, además, la limitación de espacio la hemos ampliado más de lo que se nos marcan desde las autoridades sanitarias, para evitar riesgos mayores». El balance que se hace de este poco más de primer mes de baños «es muy bueno y el sistema de venta de entradas funciona perfectamente», señalan desde el consistorio.

Además, los 8 socorristas, y todo el personal que trabaja en las instalaciones de la piscina municipal, velan en todo momento por la seguridad de los usuarios y controlan que se cumplan con las medidas de seguridad e higiene, por ejemplo, el uso de la mascarilla.

Baño gratuito

Con respecto a la Isla, allí son más entradas, 807, las que se pueden entregar al día. «La parte central, que es la más amplia, se suele llenar al 100% todos los días y las otras zonas están más libres». Además, los voluntarios de Protección Civil se encargan de repartir las entradas y luego recogerlas, «para llevar un mejor control y también se intenta limitar que la gente no esté durante todo el día, para que haya más posibilidad de que otros ciudadanos puedan acudir hasta esta zona de baño», aseveran desde el ayuntamiento.

Sin duda, es la Isla ese paraíso natural, en plena ciudad, y en el que se puede disfrutar, además de un baño gratuito, de un largo paseo por el parque o los paseos fluviales o tomar algo frío para aliviar mejor el sofocante calor de cada verano sufre la ciudad y los ciudadanos.