Tomarse la tensión, el nivel de azúcar o el de colesterol sin tener que pedir cita ni esperar ante la consulta del médico. Es lo que pudieron hacer ayer los placentinos, un auténtico chequeo al aire libre gracias a la primera feria sanitaria organizada por el ayuntamiento.

Así, la plaza Mayor se convirtió en un hospital improvisado que recorrieron niños, jóvenes y mayores y donde pudieron aprender desde cómo hacerse una buena limpieza de dientes hasta a bañar a un bebé, comprobar los efectos del alcohol o el tabaco o realizar una reanimación cardiopulmonar.

Cerca de una treintena de asociaciones y colectivos relacionados con la salud pusieron a disposición del público toda la información relacionada con la enfermedad mental, el alzheimer, las ludopatías, la diabetes, las lesiones de médula ósea o la donación de órganos, aunque lo más llamativo fue el despliegue del servicio de emergencias sanitarias del 112 y Cruz Roja.

"Yo me he tomado la tensión y me ha dicho el médico que estoy mejor que él", decía Esteban, del hogar de mayores de Matías Montero, pocos minutos después de haber hecho gimnasia en la calle junto a otros mayores --como Beatriz o Andrea-- de los hogares de la avenida de la Vera y La Data. María Victoria, una turista procedente de Sevilla, aprovechó para participar en el taller de cuidados del recién nacido de los estudiantes del Pérez Comendador y salió muy contenta después de ponerle un pañal a un muñeco que hacía de bebé: "Está muy bien esto y se puede aprender".

Muchos otros optaron por hacerse la prueba del azúcar en el puesto de la asociación de diabéticos y donde había colas y hasta se pedía la vez era para hacerse pruebas de colesterol, a cargo de estudiantes de Sanidad del IES Pérez Comendador.

La hermandad de donantes de sangre también aprovechó para hacer extracciones y el 112 para desplegar parte del material que se utiliza en casos de catástrofe porque "hay que estar preparados y poder actuar ante lo previsible y ante lo imprevisible", en palabras de José María Pascual, coordinador de la unidad de emergencias sanitarias. Además, ofrecieron cursos teórico-prácticos sobre reanimación cardiopulmonar porque "es una técnica que debería ser cultura general, ya que cualquier persona puede que tenga que hacerla algún día en esos tres, cuatro o cinco minutos hasta que llegan los sanitarios", subrayó Pascual.

Cruz Roja desplegó en la feria un hospital de campaña para catástrofes y la autoescuela placentina expuso trajes especiales para rescates en incendios o extintores, mientras la asociación oncológica dio un taller sobre exploraciones mamarias.

La alcaldesa agradeció a los colectivos su participación al igual que la edil promotora de la feria, Raquel Puertas, cuyo objetivo ha sido "acercar la salud al ciudadano".