E legir entre estudiar una u otra rama del conocimiento es una decisión que los jóvenes han de tomar cada vez a más temprana edad y ello, sin prever las repercusiones que esta elección tendrá en su futuro académico, profesional y vital y en ello están ahora. «Escoge ciencias, que tienen más salida», escuché tantas veces, a pesar de que todo mi yo dijera, «si a ti lo que te gustan son las letras, leer y escribir».

En general, la inclinación por unas u otras es mayoritariamente científica, más, con el maltrato de la ley a algunas asignaturas de letras como filosofía, ya desde bachillerato.

Debemos sentirnos orgullosos de la sobresaliente cantera científica que estamos generando, a pesar de las nada esperanzadoras expectativas de las condiciones laboras para quedarse, por las que vemos memes sarcásticos que combinan la salida laboral con la geográfica, dado que la mayoría de nuestros científicos han de emigrar si desean trabajar en un cargo acorde a su preparación, tras el doctorado y el máster.

Y los que aún se están formando, predoctorales, responsables en la mayoría de los casos de una labor fundamental para nuestro I+D+i, están padeciendo (afortunadamente no todos) la desigualdad salarial correspondiente a la subida anual.

A pesar de todo, la ciencia está más cerca, tanto como en el bar de la esquina. Empresas turísticas, de forma gratuita, están aproximando este saber a la población, dándolo a conocer en establecimientos hosteleros a los que cualquiera puede acudir. A Plasencia ha llegado Pint of Science, un evento cuyo objetivo es ofrecer charlas sobre las últimas investigaciones científicas, en un formato accesible al público en el que los ponentes hablan de química, física, astronomía, neurociencias, psicología, matemáticas, biología, tecnología…, mientras te tomas algo.

También, centros educativos como el placentino IES Gabriel y Galán o el jaraiceño IES Maestro Gonzalo Korreas, han celebrado la F-Steam y la XXIII Reunión Científica respectivamente, con gran éxito de participantes. Con actividades científicas en la calle, para que el público participara de catas científicas, paseos matemáticos, observaciones astronómicas, planetario y otras decenas de divertidas propuestas con retos para todos los gustos.

De cerca, no dan tanto miedo, ¿a que no?