El viernes por la tarde recibió su tratamiento de diálisis el último paciente de este servicio en el hospital Virgen del Puerto de Plasencia. Ayer, la unidad ya estaba cerrada y por extensión el servicio de Nefrología porque el último nefrólogo que estaba en activo se dio de baja. La situación preocupa y ha provocado numerosas quejas entre los pacientes.

Porque algunos podrán dializarse en la clínica privada que tiene concierto con el SES, pero otros no, deben hacerlo en un hospital, por lo que ayer ya hubo pacientes que tuvieron que trasladarse a Cáceres y otros se sumarán esta semana. Y así, sine díe. «La gerencia dice que el cierre es temporal, hasta que la plantilla se complete, pero nos oponemos rotundamente y exigimos la implicación directa del consejero en la solución de este problema», señalaba ayer FESP-UGT.

Precisamente, este sindicato denunció a mediados de enero el cierre del servicio de hemodiális por las tardes, que reabrió un mes después. Pero el pasado viernes, fueron algunos pacientes quienes dieron la voz de alarma del cierre del servicio.

UGT lo confirmó ayer y señaló que, de los cuatro nefrólogos de la plantilla, uno renunció a su interinidad el 1 de febrero y a otra se le terminó el contrato el día 12. «Precario porque la contrataron el 1 de enero para cubrir una baja que lleva desde agosto».

A su vez, el viernes se produjo otra baja. «Entonces, a media mañana, le dicen al nefrólogo que quedaba que prepare la documentación para el cierre de la unidad de hemodiálisis». Este facultativo, recibió ayer también la baja médica, lo que deja el servicio a cero.

A pesar de que algunos de los pacientes podrán recibir tratamiento en la clínica concertada, el problema se dará en aquellos con patologías asociadas, que tengan que someterse a alguna operación o los que reciben la llamada diálisis incremental, es decir que sufren una insuficiencia renal «no tan agresiva, pero tenemos que recibir diálisis dos días a la semana», según cuenta un afectado, que hoy tendrá que recibirla en Cáceres.

Este paciente, como también UGT, subrayan además que el cierre de la unidad y del servicio supondrá que el hospital dejará de formar parte de un proyecto piloto internacional sobre la diálisis incremental, que coordinaba precisamente el último nefrólogo que se ha dado de baja. «Los pacientes reciben sesiones de cuatro horas y la calidad de vida es fundamental», apunta UGT. «Este cierre es muy importante. No se dan cuenta de que somos enfermos terminales, que la enfermedad no tiene vuelta atrás a no ser que nos trasplanten»,

RESPUESTA DEL SES / La consejería de Sanidad respondió ayer que «la unidad tiene a sus dos nefrólogos de baja y retomará su actividad en unos días». Señaló que las bajas en esta especialidad son «difíciles de cubrir», pero «estamos pendientes de la incorporación de una nefróloga en 10 días».

Sobre las derivaciones a Cáceres, afirmó: «trabajamos para que estos desplazamientos sean por un corto espacio de tiempo». Mientras que de los del proyecto piloto aseguró que se dializarán en Plasencia «mientras se mantenga la indicación de inclusión en el estudio experimental». También señaló que, «durante estos años, los problemas de organización de la unidad han sido recurrentes».

La hemodiálisis del hospital abrió en marzo del 2015 precisamente para evitar el traslado de pacientes a Cáceres. Ayer, el presidente de la Asociación para la Lucha contra las Enfermedades Renales de Cáceres, José Antonio Sánchez, explicó que el colectivo pidió su apertura para evitar traslados a los «crónicos, muy mayores y también para ingresados y urgencias», pero criticó que no se estaba haciendo así.