Una pequeña de 13 meses se encuentra ingresada en la planta de Pediatría del hospital Virgen del Puerto de Plasencia, en observación y con pronóstico reservado, después de que la tarde del miércoles fuera golpeada por un vehículo que se salió de la carretera en la calle Rodrigo Alemán y atropelló tanto a la niña como a sus padres, que caminaban por la acera.

Según explicó ayer la concejala de Interior, Sonia Grande, en la cadena Ser, el bebé «salió disparado» y cayó «sobre arena, sobre terreno blando». Sin embargo, cuando la Policía Nacional llegó al lugar, el padre la sostenía en brazos y «no respondía a ningún estímulo», según informó la Jefatura Superior de la Policía Nacional. Por este motivo, los propios agentes decidieron trasladar de inmediato al bebé y a su padre al hospital Virgen del Puerto, donde «consiguen estabilizarlo» y queda ingresado, con un traumatismo craneal y policontusiones, según la información de la Consejería de Sanidad.

Esta señaló también que el TAC que le hicieron resultó «normal» y, de hecho, la concejala dijo ayer que el estado de la niña era mejor del que se temían por el impacto sufrido.

Según fuentes del ayuntamiento, los padres también resultaron heridos leves, al igual que la acompañante del conductor. Se trata de una pareja joven, de 23 y 24 años, según la información policial y el conductor dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas.

investigación / La investigación de las causas del accidente la lleva la Policía Local, que trabaja con la hipótesis de que se produjo por exceso de velocidad. La concejala apuntó también ayer que se desconoce si las condiciones de la vía debido a la climatología, ya que la mayor parte de la jornada del miércoles estuvo lloviendo, pudieron influir. Además, señaló que el siniestro se produjo en una curva pronunciada que es necesario tomar con la velocidad apropiada. El vehículo, tras atropellar a la familia, terminó empotrado contra un árbol.

Según la concejala, durante la mañana de ayer, la policía tomó declaración tanto al conductor del vehículo como a su acompañante y también a a varios testigos que se encontraban en la zona en el momento del accidente. En el caso de que la instrucción del atestado determine que se debió a un exceso de velocidad, el conductor podría ser acusado de un delito de conducción temeraria, penado con penas de prisión, además de sanciones.