LOS BOMBEROS tuvieron que acudir ayer por la mañana al número 34 de la calle Santa Elena porque una mujer dejó un cocido puesto al fuego, que provocó un conato de incendio y una humareda que se extendió por el patio interior y alarmó a los vecinos, que fueron quienes dieron el aviso. Al final, la mujer regresó y apagó el fuego.