Las aguas residuales que bajan de los municipios del Valle serán canalizadas por un colector hasta la depuradora de Plasencia en el plazo de dos años, según se han comprometido el ayuntamiento, la diputación provincial y la mancomunidad en un convenio que se aprobará mañana en el último pleno del año.

Se trata del colector de la vieja polémica entre ayuntamiento y diputación que la alcaldesa, Elia Blanco, y el presidente provincial, Juan Andrés Tovar, han desbloqueado para no perder la subvención de Europa, que asciende a 5.110.182 euros, y poner freno a la contaminación del río Jerte.

Ambas administraciones no se entendieron en la legislatura anterior, pero ahora la diputación pondrá 319.386,35 euros y asumirá las expropiaciones que sean necesarias, la adjudicación, contratación y dirección de obra mientras el ayuntamiento invertirá 730.185,65 euros.

La mancomunidad aportará 228.000 al haberse repartido la financiación con arreglo al número de habitantes hasta alcanzar el veinte por ciento del proyecto entre las tres administraciones mientras los fondos europeos suponen el ochenta por ciento del total, que asciende a 6.387.727 euros.

El portavoz del gobierno del PSOE, Juancho Alvarez, advirtió de que es la primera fase y la segunda se hará por convenio con la Confederación Hidrográfica del Tajo. Cómo enganchen los particulares será objeto de estudio mientras la obra deberá acabar antes del 2006.