El colegio público Miralvalle ha dirigido un escrito a la concejal de Seguridad Ciudadana, Josefa Pérez Camisón, para advertirle de que este fin de semana se ha vuelto a producir un minibotellón en el recinto del centro escolar a juzgar por los restos de comida y bebida que han aparecido.

El curso pasado ya ocurrió más veces y los vecinos alertaron de que encima se trataba de menores de edad que se colaban en el colegio aunque entonces aparecieron cristales rotos y ahora más bien son basuras de comida. La dirección del centro declinó ayer hacer ningún comentario, pero lo cierto es que ha pedido al ayuntamiento que ponga orden máxime cuando se trata de un centro donde acuden niños de muy corta edad y se tienen que encontrar con restos de lo que el escrito denomina "celebraciones" en el porche y las escaleras de acceso por la zona de los Pitufos.