Cada 30 de enero, fecha de la muerte del pacifista Mahatma Gandhi, los colegios de la ciudad celebran el Día de la Paz y la No Violencia. Públicos y concertados se unen en esta celebración, con múltiples actividades, unos en sus centros y otros en la calle, para dar más visibilidad a la efeméride.

Como ejemplos de este año, dos públicos y dos concertados. En el colegio del Pilar, además de la lectura de un manifiesto y diversas actuaciones de sus alumnos, la celebración terminó con todo el alumnado formando un gran corazón rojo al ritmo de la canción de la extremeña Soraya Qué bonito. «Está relacionado con el proyecto de medioambiente y salud que tenemos en el colegio este curso, en el que queremos inculcar la importancia de cuidar el entorno para favorecer nuestra salud», explica su directora.

En Miralvalle, también todo el alumnado participó en un baile, formando dos círculos en uno de sus patios, como colofón a la lectura de poemas y textos relacionados con la paz.

En cuanto a los concertados, hubo actos en el San José y en el colegio de La Salle, que vivió intensamente la jornada. Alumnos, padres y profesores acudieron al patio, nada más llegar, para participar en una concentración. Se leyó un manifiesto por la paz y los alumnos de cuarto de Primaria a tercero de ESO interpretaron el Himno de la Alegría con sus flautas y todos los alumnos cantaron y bailaron al unísono, mientras se producía el izado de banderas.

Y Madre Matilde optó por salir a la calle para celebrar el día. Alumnos, padres, profesores, hermanas y demás familiares hicieron un recorrido hasta la plaza Mayor. Unas 300 personas, cada una con el símbolo de la paloma de la paz y los más pequeños además, globos. La marcha la encabezó una pancarta que reflejaba distintos conflictos mundiales y palomas. Se leyó un manifiesto, varias frases de Gandhi y también tocaron el Himno de la Alegría.