La asociación de vecinos de la Colonia de Guadalupe ha urgido medidas efectivas para terminar con los excesos de velocidad en la antigua travesía de la N-630. No es una petición nueva, pero el presidente vecinal, Emilio Montes, ha insistido en que esta es una necesidad urgente después de que esta semana un vehículo atropellara a un peatón que cruzaba un paso de cebra.

La propia familia del atropellado ha demandado una mejor iluminación de los pasos de peatones para que un accidente así no vuelva a repetirse, al tiempo que critica que "por aquí los coches van muy deprisa". Es lo que viene diciendo por activa y por pasiva la asociación vecinal, que ha amenazado incluso con cortar la carretera como último recurso para que les hagan caso.

Para Montes, la antigua travesía (actual avenida de España) necesita semáforos reguladores de velocidad que eviten que los vehículos puedan circular a más de 50 kilómetros por hora, que es el máximo permitido. "Solo así si se pasan de velocidad, que algunos incluso llegan a doblarla, se verán obligados a frenar", subrayaba ayer. Ahora hay algún semáforo de pulsador, pero para la asociación no son efectivos.

Su cruzada por conseguir acabar con la excesiva velocidad empezó hace dos años y dado que la avenida aún se considera carretera nacional, es la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento quien tiene las competencias. Montes ya envió un escrito a Carreteras en enero del 2005 para pedir medidas y también se les ha demandado en varias ocasiones al edil de Tráfico, Blas Raimundo y se queja de que "se tiran la pelota unos a otros". Ahora, el presidente vecinal ha pedido al ayuntamiento "que se implique en nuestra demanda e inste a Fomento a poner los semáforos".