Hasta cámaras de vigilancia van a instalar algunos comercios del centro para luchar contra el vandalismo. El sector está preocupado y harto porque los actos vandálicos van en aumento y "toca a un escaparate roto a la semana". Por eso, exige más vigilancia policial para evitar así nuevos destrozos.

Pero mientras llega la vigilancia, tiendas como Estuco , en la calle Talavera, a la que han roto hasta en tres ocasiones las lunas, han decidido no quedarse de brazos cruzados: "Voy a poner cámaras de vigilancia y a dejar las luces de los escaparates encendidas toda la noche", advierte su dueña, Marisol Ardila.

A esta situación ha llegado después de pagar 70 euros por una luna nueva y dar dos partes al seguro por sendos destrozos en otra, valorados en unos 660 euros cada vez. También La Casa del Jamón de la calle del Sol tuvo que cambiar ayer su escaparate roto, mientras sus dueños piden más vigilancia. "La policía tiene que salir a la calle en vez de quedarse en el cuartelillo, se quejaba ayer Manolo Villar.

Lo mismo reclaman empresarios como Eugenio Rodríguez, de Seype, que ha visto como los vándalos tiraban los tabiques de una obra de la calle Vinagras dos fines de semana seguidos: "Esto conlleva un coste material y personal, la policía debe ejercer una labor disuasoria".

Con todo, la queja por los continuos actos vandálicos es unánime en todo el comercio, que apela a la asociación de comerciantes para que les defienda, mientras ésta aún no se ha pronunciado y ni policía local ni la nacional enviaron ayer parte de incidencias del fin de semana.