A veinte días de multa con una cuota diaria de seis euros ha condenado el juzgado de Instrucción número Dos al propietario de un perro, al que dejó atado y abandonado en el polígono industrial durante el mes de agosto del año pasado, y que tuvo que ser sacrificado por las malas condiciones en que fue encontrado.

La sentencia se hizo pública el pasado 16 de diciembre como conclusión de una denuncia presentada por la Asociación Protectora de Animales y Plantas de Plasencia tras encontrar a un animal inmovilizado por una cuerda y que al parecer llevaba varios días bajo el sol. El presidente de la asociación, Alberto Gómez, explicó que "después de encontrarle, el perro se bebió hasta cuatro litros de agua". El animal se encontraba en tal estado que, en lugar de llevarlo a la perrera, se le trasladó a una clínica veterinaria donde no fue posible hacer nada por él y tuvo que ser sacrificado.

Más tarde, la asociación localizó a su propietario y averiguó que previamente había intentado llevarlo a la perrera, donde rechazaron al animal porque podría contagiar a otros y, finalmente, optó por dejarlo atado.

Para Gómez, esta sentencia sirve de ejemplo para "que la gente se conciencie de que estas actitudes tienen castigo". Además, recordó que con la entrada en vigor de la Ley de Protección Animal de la Junta de Extremadura el pasado septiembre, este maltrato se habría considerado falta grave y la multa habría oscilado entre los 300 y los 1.500 euros.