Los estudiantes que ayer acudían, como cada día, en autobús, desde el Valle del Alagón hasta Plasencia para ir al instituto terminaron el trayecto abruptamente porque, pasadas las ocho de la mañana, se encontraron con un control de la Policía Local de Plasencia. Para sorpresa de todos, el conductor dio positivo en droga, concretamente, en hachís.

La Policía Local, con la unidad canina, suele hacer este tipo de controles durante el curso como medida preventiva, para disuadir a los estudiantes de ir al instituto con droga, pero lo que no esperaba era que no un perro policía, sino los dos de la unidad, le ‘marcaran’, según han contado testigos y confirman fuentes policiales.

Ocurrió en la primera rotonda de acceso a la ciudad nada más entrar por la circunvalación norte. El primer perro subió al autobús y se quedó junto al conductor. Después, pasó junto a los estudiantes. Subió entonces el segundo perro y volvió a quedarse parado junto al conductor, lo que significa que habían detectado droga. Los agentes le cachearon y no llevaba nada encima, pero sospecharon que podría haber tirado algo por la ventana, ya que los estudiantes se quejaron de que la había llevado abierta durante todo el trayecto y también habían visto comportamientos extraños en la conducción.

Así, bajaron los perros y encontraron hachís junto a una rueda trasera. Además, el conductor, de 60 años, dio positivo en esta sustancia.

La policía inmovilizó el vehículo y muchos estudiantes tuvieron que acudir a los institutos a pie, pero como llegaban tarde y la norma es no dejar entrar al que llega tarde, un agente tuvo que llamar a los centros para justificar la demora de los alumnos. A su vez, otros tenían examen a primera hora y la policía les trasladó rápidamente en vehículos policiales, al igual que a un alumno que tenía problemas para caminar.

Mientras, el dueño de la empresa de autobuses acudió rápidamente a la zona y, al conocer lo ocurrido, el conductor fue despedido inmediatamente. El responsable de la empresa ha explicado que “estaba haciendo una sustitución de cuatro días porque el titular está de baja”. Fue otro de los sorprendidos por el positivo en droga y defiende que “era imposible saber que había consumido”. Porque las empresas no tienen aparatos para realizar estos controles ni, según señala, lo exige la normativa. No obstante, lamenta lo ocurrido.

Algunos padres consultados han pedido precisamente que se exijan este tipo de controles, de alcohol y drogas, a los conductores de rutas escolares porque “trasladan a niños y no ha pasado nada, pero podría haber ocurrido una desgracia”.

El conductor no fue detenido porque la legislación establece una sanción administrativa de 1.000 euros por una falta muy grave y 6 puntos menos en el permiso de conducir.