El conservatorio profesional de música García Matos es el que más alumnos recibe de otros puntos de España y el que más alumnos exporta a otras comunidades para realizar estudios superiores (en función de su ratio) y también el que más premios tiene. Lo resalta con orgullo su director, Antonio Luis Suárez, un día después del concierto inaugural que registró un «lleno absoluto» en el auditorio del complejo Santa María.

Este centro, dependiente de la Diputación Provincial de Cáceres, tiene pues fama nacional, y cada año aumenta su alumnado, atraído en buena parte por el prestigio de su profesorado.

Así, este año se han inscrito 258 alumnos, 8 más que en el curso pasado y la plantilla de profesores es de 25, con una media de edad de unos 40 años. «Se han jubilado profesores y ha entrado gente joven, que son cabeza de cartel en toda España». Como ejemplos, Suárez pone a Rubén Simeó, «el mejor trompetista de España»; a Chema Villegas, «uno de los pianistas españoles que más premios tiene» y Pablo Sánchez, llegado de Alemania y que «toca en la orquesta nacional. Una plantilla muy potente».

16 especialidades / Entre todos, imparten 16 especialidades, que son solfeo y teoría de la música, piano, lenguaje musical, acompañamiento-transposición-piano, canto, saxo, violín, clarinete, flauta, oboe, fagot, trompa, viola, violonchelo, guitarra y púa. De estas, las más demandadas son el piano, la guitarra y el violín, pero Suárez apunta que «en Plasencia, tiene mucha aceptación el saxofón y la trompeta».

En cuanto al alumnado, resalta no solo el elevado número que llega de otras comunidades, sino también de las comarcas del norte, el 22%, según sus datos.

Y de los que exporta para realizar el grado superior, recuerda que el curso pasado han salido alumnos con destino a Barcelona, San Sebastián, Madrid, Badajoz, Barcelona o Sevilla.

Sobre las novedades de este año, el conservatorio cuenta con nuevos instrumentos, que aporta la Diputación de Cáceres, y son un piano de cola, dos fagottes y dos oboes. Además, hay instrumentos en préstamo para alumnos que empiezan en especialidades menos demandadas y en las que los instrumentos son caros. «Nosotros tenemos un marcado carácter social», destaca.

También señala que su modelo de oposiciones se está imitando por otros centros nacionales porque dan una gran importancia tanto a que el profesor sepa tocar el instrumento, como a que sepa dar clase.

Que saben tocar lo demostraron en el concierto inaugural del miércoles los profesores Irene Fernández, José María Villegas, Ramón Bofill, Puerto González, Pablo Sánchez, Javier Fernández y Rubén Simeó.