El gobierno ha vuelto a retomar un proyecto que anunció en su primera legislatura y hasta ahora no se ha llevado a cabo, la regulación de rótulos, que se ampliará también a las vallas publicitarias. La concejala de Patrimonio, Mónica García, se ha hecho cargo de la elaboración de una ordenanza municipal que busca "poner orden y mejorar la estética de la ciudad" y que prevé llevar al pleno ordinario de abril para su aprobación.

De momento, ha entregado un borrador a los grupos municipales para que le hagan llegar sus propuestas, porque quiere lograr el máximo consenso y también ha pedido la colaboración de las empresas o asociaciones "que puedan aportar algo" a esta nueva ordenanza.

Así, la nueva normativa aún no está cerrada, pero García ha adelantado que, en referencia a los rótulos, se restringirá el número permitido por cada establecimiento y baraja "que haya solo uno por local o por fachada, habrá que verlo, porque ahora hay establecimientos en la calle del Sol o la plaza Mayor con hasta tres o cuatro rótulos", dijo.

Fuera del centro, explicó que, cada solicitud de obra para un local comercial deberá adjuntar también una solicitud para el rótulo que se quiera poner y lo mismo en los cambios de titularidad. "Los rótulos llevarán su licencia y habrá sanciones si no se cumple", advirtió. También estudia fijar una fianza, que se devolverá cuando un local se vacíe, previa retirada del rótulo.

En cuanto a las vallas publicitarias, distinguió entre las situadas en espacios públicos y privados y, en todo caso, afirmó que actualmente "hay unas 150 y creo que ninguna es legal".

Por eso, su intención es que se retiren todas y delimitar los espacios donde estará permitido instalarlas para después "sacar un pliego con el número que se podrán poner y, el que quiera, que se presente".

De las situadas en espacios privados dijo que se pueden legalizar con las licencias de obras y anunció también la posibilidad de fijar una fianza "por su seguridad y conservación porque las hay en muy malas condiciones".

La nueva norma regulará también los postes de publicidad de supermercados y otros, que se eliminarán para decidir si se permite su instalación y dónde.