La ordenanza de tráfico y, por tanto, el control del acceso de vehículos al centro vigilado con cámaras, no irá al pleno del próximo martes. El concejal de Interior, José María Nisa, prevé llevar el asunto a la sesión de septiembre, por lo que, según sus cálculos, las nuevas normas no entrarían en vigor hasta el mes de noviembre.

Es un nuevo retraso para el sistema de control por videovigilancia, pero el edil lo justificó ayer así después de una comisión informativa con la oposición: "Nos han pedido consensuarla y es cierto que es una ordenanza muy compleja, muy técnica y con muchas restricciones y puede ser poco comprensible para el ciudadano, así que he abierto la puerta al consenso y no irá al próximo pleno".

De esta forma, su intención es revisarla punto por punto y reunir a la oposición a mediados de agosto para tratar todos los aspectos e intentar consensuarlos. Podíamos haberla aprobado con nuestros votos, pero es cierto que es un tema de ciudad y he preferido consensuarla".

Lamenta sin embargo que esto suponga un nuevo retraso en la puesta en marcha de las cámaras y también tendrán que esperar las zonas de velocidad reducida en el entorno de centros educativos y la reducción de las canciones leves, entre otros aspectos recogidos en la ordenanza presentada ayer.