Desde el último fin de semana y ya hasta después de Reyes los conductores se podrán topar a cualquier hora aunque especialmente de madrugada con controles de alcoholemia en cualquier punto del casco urbano con la novedad de que serán más aparatosos que nunca porque estarán montados conjuntamente por las policías local y nacional porque su función es también la de disuadir a los amigos de lo ajeno en estas fechas.

Así lo acordaron la semana pasada el jefe de la comisaría, Pedro Barragán, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Blas Raimundo, para estrechar la colaboración de ambos cuerpos conforme al convenio suscrito recientemente con lo que se hace más visible la presencia policial en la calle en días tan señalados.

POLIGONO Y CIUDAD Además de montar controles sorpresa conjuntos, ambas policías se han repartido la ciudad de manera que la nacional intensificará su vigilancia en el polígono industrial y la local en el casco urbano. Esto último ya fue práctica habitual tras la última oleada de robos que castigó al polígono y que se consiguió controlar.

Lo que está también en su punto de mira es la tenencia y venta de artefactos pirotécnicos en prevención de accidentes. Así que quien los venda, y sólo un establecimiento tiene licencia según la policía, se expone a multas de más de 300 euros mientras quien sea sorprendido arrojando un petardo podrá ser sancionado con un mínimo de 60 euros conforme a la normativa. Tanto el nuevo jefe de la policía nacional como el concejal están decididos a sumar esfuerzos vista la falta de personal en uno y otro lado y que el ciudadano se sienta más seguro.