No es un coro al uso ni uno más de los muchos que ya hay en Plasencia, es el coro que han formado veinte usuarios de la Asociación Pro discapacitados Placeat, que ha nacido de la ilusión por la música y el esfuerzo de cada uno, guiados por los hermanos Ventura y Susi Luengo, también usuario y director del coro.

Lo que empezó con un grupo de usuarios que cantaban villancicos en los ratos libres se ha transformado en un coro disciplinado que ensaya dos veces por semana y que ya ha realizado varias actuaciones en actos de Placeat y tiene en el calendario otras dos, en marzo y en abril.

"No queremos competir con nadie ni ser una filarmónica" --avisa Ventura-- "esto hay que verlo con un ojo especial, es muy meritorio lo que están haciendo y el resultado es bueno", dice. A su vez, el presidente de Placeat, Paco Valverde, destaca que la iniciativa forma parte "de la línea de normalización e inclusión que hacemos con los usuarios" y hace hincapié en que "la música es mágica para las personas con capacidad intelectual".

Lo corroboran Ventura y Susi, que resaltan la ilusión y el esfuerzo de estos veinte usuarios por aprender las letras de las canciones y la forma de cantarlas. "Algunos salen del ensayo y al día siguiente ya se saben la letra", cuenta Susi, mientras Ventura insiste en que "se esfuerzan muchísimo, todo lo que se les pida es poco".

A estos dos hermanos la pasión por la música les ha llegado por herencia, de sus padres y de sus abuelos. Ambos han formado parte de coros como la antigua Coral Polifónica y los Coros Extremeños y Ventura ha recibido clases de solfeo y piano en el conservatorio. Desde esa experiencia, se ofreció como voluntaria para ayudarles y orientarles, como también a su hermano en la dirección de estas voces, la mayoría mujeres y tres hombres.

Por eso, cada fin de semana indica a Susi qué señas puede hacer para que el coro le entienda y después ensayan todos juntos. Ventura reconoce que aprender el repertorio requiere un esfuerzo especial de los usuarios, pero este les sobra, de ahí que esté contenta con el resultado, mientras su hermano confiesa: "A mí la música me sigue emocionando tanto como antes".

Su primera actuación fue en mayo del 2008, por el aniversario del Cispla (Centro Integrado de Servicios Placeat) y después le siguió otra en Navidad. Interpretan desde jotas extremeñas a villancicos y el himno de Plasencia y se atreven hasta con la mítica canción Guadalajara .

Quieren "hacerlo lo mejor posible" y seguir avanzando como coro, por eso han encargado una beca a modo de uniforme y ya actuaron en Navidad junto a un grupo de baile organizado por la terapeuta María Victoria, con el que quieren seguir colaborando y aprender también a tocar instrumentos típicos como panderetas y castañuelas.