El robo de cientos de litros de aceite del interior de una nave en la avenida Martín Palomino la madrugada del sábado y de un camión de Seur ayer tarde, pese al servicio permanente de vigilancia que viene realizando la policía nacional en la zona, ha vuelto a disparar las alarmas en el polígono industrial.

Los ladrones forzaron una puerta trasera y se sirvieron de un camión de la propia empresa para llevarse discretamente la mercancía que fueron cargando durante la madrugada del sábado, en que los policías dijeron haber visto las luces encendidas, pero no sospecharon lo que ocurría dentro porque, al parecer, habían inutilizado la alarma, según han confirmado a este diario fuentes policiales. La empresa afectada no había presentado todavía ayer denuncia en Comisaría, con lo que está por conocer la cantidad total robada y su valoración económica, aunque fuentes de la investigación aventuran millonaria, pero la noticia del robo corrió como la pólvora por el polígono.

TENDENCIA A LA BAJA Así las cosas, ayer tarde unos desconocidos se apoderaron de un camión vacío de Seur en su nave del polígono que pudo ser recuperado por la Guardia Civil tras una atropellada persecución de varios kilómetros en la N-V.

Este hace el décimo robo que se produce en lo que va de año en el polígono industrial, si bien el último balance que proporcionó la policía nacional arrojó el dato de que han caído a la mitad con respecto del año anterior. De esos diez, dos fueron tentativas y otros dos se resolvieron con la detención de sus presuntos autores. El resto fueron de escasa cuantía y en ocasiones fueron mayores los desperfectos ocasionados, salvo el de una nave de donde se llevaron del orden de 33 televisores, trece aparatos de DVD y varios electrodomésticos más por valor de 20.000 euros. Entonces se sospechó que venían de Madrid a dar el golpe.

Sólo abril se libró de los amigos de lo ajeno, pero entre tanto han robado jamones, herramientas o dinero de almacenes, naves y centros comerciales de distintas zonas del polígono. Hasta ahora el último caso fue curioso porque fue el propio dueño del taller el que se topó con el ladrón cuando un olvido le hizo volver sobre sus pasos y le retuvo hasta que llegó la policía.