Día festivo, calor moderado, ganas de fiesta y la música de las charangas y bares. Fueron los ingredientes que hicieron que las cañas de ayer estuvieran más concurridas que el día anterior y también más repartidas porque aunque la plaza Mayor y su entorno fueron las reinas del cañeo, también barrios como Miralvalle vivieron sus cañas .

En ninguna de estas zonas faltó la música de las charangas. Hasta un total de cuatro, Clave de Sol, Embrujo de Luna, La Nueva Alegría y Los Irux, pusieron ritmo a la cerveza y el pincho --hay quien se quejó de que las consumiciones eran caras-- e hicieron bailar un año más a jóvenes y mayores.

En el centro, la música y el baile estuvieron repartidos. Los jóvenes se mantuvieron fieles a los bares y pubs de la llamada calle de Los Vinos --como siempre, apenas era posible cruzarla-- y el resto se repartió entre la plaza y una resucitada calle Vidrieras, que ha recuperado la animación gracias a la reciente apertura de nuevos negocios. San Esteban y su entorno también engancharon al personal.

Esto ya se vislumbró el jueves que, aunque con menos público, fue el día de inicio del cañeo , aprovechado por muchos placentinos que no tenían que trabajar por la tarde.

Del jueves por la noche destacó el colorido espectáculo de un grupo de jóvenes senegaleses acogidos en el centro de Valcorchero y en el ferial, las peñas celebraron su tradicional cena de inicio de la feria.

En este caso, el baile y las risas se tornaron en enfados y quejas porque los baños habilitados en el exterior de las casetas cerraron a las dos de la madrugada y los del pabellón ferial una hora más tarde, con lo que a partir de las tres, los socios se quedaron sin servicios. "Es indignante por parte del ayuntamiento. La gente se vio obligada a ponerse detrás de camiones del ferial para poder orinar. No hay derecho", se quejaba ayer una socia de El Rebujito. Esperan que no vuelva a pasar "si es que el ayuntamiento quiere que se mantenga la animación por la noche".