Han sufrido durante tres días el intenso frío y la lluvia bajo el puente Trujillo pero ayer ya pudieron ducharse y comer bajo techo. Se trata de una mujer y cuatro de sus hijos, de quince, diez, seis y dos años, a los que el marido y otro hijo de 20 años dejaron abandonados la noche del domingo y que gracias al empeño de la Policía de Proximidad de la Policía Local han podido poner fin a esa lamentable situación.

Según informó la policía, podría tratarse de una familia de gitanos portugueses, que se instaló la tarde del domingo bajo el puente, en la zona próxima a la cerrajería Torija. Al parecer, el matrimonio tuvo una discusión de madrugada y el marido no dudó en coger a su hijo mayor, de 20 años, y marcharse con el coche y una caravana, dejando en la intemperie a su mujer y al resto de sus hijos.

La policía les descubrió la mañana del lunes y les trasladó al ayuntamiento, donde puso su situación en conocimiento de los servicios sociales. Sin embargo, los agentes volvieron a pasar ayer por la zona para cerciorarse de que no estaban y se llevaron la sorpresa de que seguían bajo el puente. "La madre tenía al hijo pequeño debajo de una caja de cartón y el resto se estaba lavando la cara con mistol y agua que habían calentado", contaba ayer apenado un agente. Aunque la madre le aseguró que habían dormido en una casa, empleados de la cerrajería dijeron haber visto a la familia desde muy temprano.

FIN DEL VIAJE: LUGO

La familia se despidió ayer de la humedad, el barro y la suciedad del puente, ya que la mujer y el hijo pequeño fueron trasladados por mediación de los servicios sociales al centro de transeúntes de Cáritas y el resto de los hijos al centro de menores de Valcorchero. Allí recibieron una habitación y pudieron comer y ducharse. Desde Cáritas señalaron que la madre estaba "nerviosa, inquieta y con ganas de marcharse con su familia" y el niño se encontraba "aparentemente bien".

Por lo que respecta al deseo de marcharse de la ciudad de la madre, se debía a que el ayuntamiento se ha comprometido a costear a ella y al hijo menor un viaje a Lugo, donde al parecer reside parte de su familia e incluso cree que puede estar el marido. La idea de la madre es poder conseguir de sus familiares el dinero necesario para que el resto de sus hijos, que permanecerán en Valcorchero, puedan viajar también para reunirse con el resto de la familia en Galicia.