Ayer comenzó la obra de restauración de la catedral, que en dos años prevé recuperar las cubiertas y la totalidad de fachadas interiores y elementos singulares del templo. El proyecto, que ejecuta la UTE Trigemer-RH, depende del Ministerio de Vivienda y cuenta con un presupuesto de ejecución de 1.673.623 euros.

Con el inicio de los trabajos se pone fin a la espera que han mantenido las autoridades eclesiásticas y los fieles, ya que según ha explicado el vicario de asuntos económicos del obispado, Virgilio Vegazo, "es una obra que empezó hace cuatro años y que ahora por fin se retoma. Por eso estamos satisfechos".

La primera fase del proyecto prevé la terminación de las cubiertas de la catedral vieja y el saneamiento de las humedades en un plazo aproximado de cuatro meses. Cuando acabe esta parte de la obra, los arquitectos tienen previsto iniciar la restauración de las fachadas interiores de la catedral nueva, "por lo que el culto pasará a celebrarse en la zona antigua", asegura Vegazo. De este modo, la catedral no cerrará sus puertas a los fieles aunque el templo esté en plena renovación, tal y como pretendía el obispo Amadeo Rodríguez.

Además, el museo catedralicio también seguirá abierto, ya que según Vegazo, "provisionalmente los objetos se trasladarán a otras dependencias interiores".

Por otra parte, el vicario ha confirmado que los más de veinte nidos de cigüeña que actualmente adornan la catedral "serán profundamente respetados en el desarrollo de la obra". Incluso algunos serán trasladados por personal del Ministerio de Medio Ambiente.