Mientras el ayuntamiento permite a los ´grafiteros´ legales pintar en determinados espacios de la ciudad, son los ilegales quienes se dedican a atentar contra el patrimonio del casco histórico. Por este motivo, la concejalía de Cultura ha decidido poner en marcha una campaña de limpieza de graffiti que afectará a los edificios más dañados de la zona monumental.

La iniciativa se llevará a cabo gracias al Plan de Excelencia Turística e incluirá a los cuatro bienes de interés cultural de la ciudad: la catedral, el palacio del Marqués de Mirabel, la iglesia del Salvador y la muralla.