El ayuntamiento ha decidido dar un nuevo plazo a la empresa adjudicataria del sellado y recuperación de la escombrera y de la construcción de un centro de tratamiento de residuos. Tras concederle el proyecto en febrero, debería haber iniciado las obras, como máximo, en junio, pero ahora, la concejala delegada Carmen Blázquez ha optado por darle de plazo hasta el viernes para decidir si se le rescinde el contrato o se le prorroga.

Ha sido tres meses después de haberse cumplido el tiempo fijado en la concesión cuando la edila ha decidido darle otra oportunidad a la empresa, pese a que, en recientes declaraciones públicas, anunció que había ordenado abrir un expediente de rescisión a la empresa por el retraso.

Según explicó, el cambio de opinión se debe a que "la empresa me ha dicho que en los estudios que encargaron del terreno donde se iba a construir el centro de residuos detectaron que había filtraciones de agua". Por eso, está a la espera de un informe sobre otros terrenos y dice que, si no llega el viernes, tomará una decisión.

Aún así, esto supone un nuevo retraso para dar una solución al problema de los vertidos --con una escombrera ilegal y sin otra zona para los residuos--, un problema que data de la época de José Luis Díaz y que en la anterior legislatura tampoco se arregló, como recordó ayer el PP, que reprochó al gobierno su mala gestión y pidió una solución rápida.