Los incendios durante la mañana a uno y otro lado de la calle Dolores Ibárruri se sumaron al que se había producido de madrugada en la cercana Pedro Vega. Los bomberos salieron a la una y regresaron casi a las tres. Hacía viento y eso hizo que las llamas se extendieran rápidamente. "Volaban las pavesas, había mucho humo y los vecinos salieron a quitar los coches aparcados. Una pena. Los días de viento tendría que acampar la policía en nuestro barrio", señalaba ayer una vecina.