La noche del martes se produjo en el polígono de La Data el primero de los fuegos de pasto que cada verano tienen en jaque al parque de bomberos y aunque enseguida pudo ser controlado, disparó las alarmas de los vecinos que se apresuraron a pedir públicamente ayer vigilancia policial. Son tantos y tan frecuentes, que los residentes en la zona no dudan de que son intencionados y alertan del riesgo que suponen por la proximidad del campo a las viviendas.

El ayuntamiento ha estado desbrozando las zonas urbanas, pero el polígono está rodeado de campo seco donde el peligro se multiplica. Mientras los bomberos también advertían ayer de que con el fuego, los animales como las culebras y las ratas huyen despavoridas pudiendo colarse en las viviendas.

No fue mucha la superficie quemada por las llamas que, eran tan altas supuestamente por el viento que asustaron más a los vecinos. Más aún ante la sorpresa, en plena medianoche y lluviosa. "Esperamos no tener que lamentar desgracias para que después pongan medidas así es que lo que pedimos es que vigilen la zona para disuadir a los pirómanos" dijo ayer un portavoz vecinal.