La antigüedad de los seis esqueletos rescatados de las excavaciones de Santo Tomé sigue siendo un misterio dos meses después de que comenzara su traslado a las instalaciones de antropología forense de la Uex.

Tanto es así que hasta el momento no se les ha realizado prueba alguna y el retraso se debe a la falta de dinero para costear las pruebas de ADN y Carbono 14, que según advirtió ayer el antropólogo Javier Barca, la Concejalía de Cultura se comprometió a aportar. Barca explicó que ambas pruebas son costosas y puso como ejemplo que realizar el análisis del Carbono 14 cuesta más de 480 euros por esqueleto, ya que está previsto enviarlos a Estados Unidos, mientras que el ADN se realizará en un laboratorio de Suecia. Así, su intención ayer era aprovechar las jornadas para conseguir un compromiso escrito de que el ayuntamiento financiará las pruebas.

Por su parte, la edil Lidia Regidor, reconoció haber dado el visto bueno al presupuesto del estudio de los esqueletos y se mostró dispuesta a costearlo porque "lo que el ayuntamiento quiere es que se daten". Su idea era concretar ayer la cantidad necesaria.