La junta directiva de la Asociación de Jubilados y Pensionistas del Hogar de la Data ha venido sufriendo, desde hace meses, una campaña de descrédito en diversos medios de comunicación, locales y regionales, llevada a cabo y dirigida por el anterior secretario de la misma, don Jacinto Tardío Pola y por doña Pilar Benavente Vicente, los cuales han vertido una serie de acusaciones, siempre precedidas del adjetivo presuntas, así como una serie de afirmaciones muy distantes de la realidad y que nos obligan, en el legítimo ejercicio de la defensa de nuestro honor, a aclarar las mismas, también de manera pública.

Se ha afirmado tanto en prensa escrita como en televisión que esta junta ya no puede ejercer sus funciones, al haber sido revocada mediante una moción de censura. Se omite sin embargo, que dicha moción de censura no constaba en el orden del día y que se adoptó cuando ya habían abandonado la reunión una parte importante de los asistentes. Cualquiera con unos mínimos conocimientos jurídicos sería conocedor de la nulidad de ese acuerdo.

Así mismo, se ha afirmado en la misma rueda de prensa, recogida luego en prensa escrita, que existen 1.200 euros que no se han ingresado en la cuenta, refiriendo así mismo que existen presuntas irregularidades en la gestión. Omite nuevamente el Sr. Tardío que las cuentas de la asociación fueron sometidas a votación y aprobadas por unanimidad por los socios asistentes (incluido su voto) en mayo de este mismo año. Esa es la credibilidad de quien dice una cosa y su contraria.

Por último, deseamos manifestar que la única denuncia de la que tenemos constancia es en relación al cambio de cerraduras y sobre la misma ya ha recaído sentencia, en la que se absuelve a los cuatro miembros de esta directiva que fueron denunciados.

No es nuestra intención entrar en ningún tipo de debate público, pues consideramos que, si alguien entiende que se ha vulnerado en algún momento la legalidad, lo que debe hacer es acudir a los juzgados en defensa de la misma, si bien resulta más sencillo verter todo tipo de acusaciones, eso sí, amparándose siempre en su presunta comisión. Invitamos al Sr. Tardío a que impugne judicialmente cualquier acuerdo que considere contrario a derecho o a que demuestre judicialmente las presuntas irregularidades, lo contrario no hace sino demostrar lo infundado de sus afirmaciones.