Los bomberos tuvieron que sofocar ayer un pequeño conato de incendio en el primer piso del número dos de la calle Cayetano García Martín después de que alguno de los miembros de la familia se dejara la comida puesta y comenzara a quemarse.

Según contaron los vecinos del bloque, el pasillo de la comunidad se llenó de humo negro. Los bomberos entraron por la vivienda de un residente --ya que no había nadie en la otra-- y sofocaron pronto las llamas, quedando todo en un pequeño susto.

Lo ocurrido provocó un gran revuelo en la calle, sobre todo teniendo en cuenta que el piso donde ocurrió el suceso se encuentra encima de la nueva sede de CCOO que horas antes fue inaugurada.