La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, quiere terminar con el círculo vicioso de los ladrones que son detenidos por robos en coches, viviendas o locales y que al quedar en libertad vuelven a cometer robos. Así, ayer anunció que la Policía Nacional intensificará la vigilancia en las zonas más afectadas, San Juan y Donantes de Sangre, y que pedirá la colaboración de los jueces para "garantizar su ingreso en prisión y que no se les ponga en libertad si es posible", anunció.

Sobre la opinión del edil de Seguridad, Blas Raimundo, de que al ser toxicómanos deberían ir a un centro, Pereira replicó que "es la Justicia la que debe decidir si ingresan en la cárcel, en un psiquiátrico penitenciario o realizan un proceso terapéutico".

La delegada --que visitó la ciudad para presentar el voto por internet para la Constitución Europea-- explicó que la petición de ayuda al juzgado se hará a través de la policía judicial y reconoció que se ha producido un aumento de los robos en el último mes, aunque tampoco especificó en qué porcentaje han subido. Por este motivo, insistió en que la policía vigilará más, pese a reconocer que existe un déficit de plantilla.

Con todo, lanzó a los vecinos un mensaje de tranquilidad al asegurar que los robos "han coincidido con la puesta en libertad de ciertas personas que la policía tiene localizadas".