La policía local ha denunciado a una joven conductora de 23 años tras dar positivo en la prueba de alcoholemia y también en el test de drogas. Ocurrió la madrugada del domingo en un control rutinario de alcoholemia.

Según indica el gabinete de prensa del ayuntamiento, en un primer momento, los agentes le hicieron la prueba del alcohol, con un resultado de 0,53 miligramos por litro en la primera prueba y 0,51 en la segunda. Se considera delito y, por tanto, habría sido detenida, si hubiera superado los 0,60 mg./litro.

Después y "tras observar un comportamiento extraño", la patrulla le hizo el test de drogas a través de la saliva y la joven dio positivo en cocaína, opiáceo y anfetaminas. Los agentes enviaron las muestras al laboratorio, que deberá confirmar este positivo.

Así, en principio, los agentes impusieron a la conductora dos multas de 500 euros cada una y su infracción también conllevará la retirada de doce puntos del carnet de conducir. El ayuntamiento ha aprovechado este caso para garantizar que la policía continuará con los controles para reducir el número de personas que conducen tras haber bebido o tomado drogas.