Los vecinos del barrio de San Miguel han denunciado públicamente el estado de "completo abandono", que presenta el parque ubicado tras el centro cívico.

Los residentes se quejan de que la zona lleva dos meses sin limpiarse, y que corre el riesgo de convertirse en un estercolero repleto de heces de perro --pese a que hay un pipi-can--, cartones, botellas y hasta maleza de medio metro de altura.

"Es una pena que los niños del barrio que juegan aquí tengan que hacerlo entre porquería", declaró ayer un vecino, quien además aseguró que el columpio del parque tiene desperfectos "que ponen en peligro la integridad de los pequeños".

La suciedad se ha extendido hasta tal punto que han aparecido ratas y malos olores que hacen insoportable transitar por la zona. "Mi marido tuvo que matar una rata de una cuarta de longitud", confirmó la encarga del bar que hay en la asociación.

Por su parte, el presidente vecinal, Jaime Collado, dijo comprender las quejas "porque ciertamente está muy sucio", aunque indicó que "debemos darle un voto de confianza a los concejales que acaban de llegar". En este sentido, Collado desveló que es partidario de que "cuando esté limpio, comenzar a sancionar a todo el que incumpla las normas básicas de limpieza".