Efectivos de la Policía Nacional llegados de Cáceres realizaron ayer un amplio despliegue en el cerro de San Lázaro en respuesta a la demanda municipal de reforzar la vigilancia antidroga en Plasencia. Según las fuentes consultadas, no se trataba de ningún registro ni hubo detenciones, sino de "controles rutinarios" que en esta barriada, sin embargo, son extraordinarios y parecen marcar un giro en la política policial marcado por la Subdelegación del Gobierno.

Lo que no pasó ayer desapercibido para vecinos de los alrededores, que mostraron su confianza en que estos controles persistan en el tiempo para que dé sus frutos. El operativo policial, íntegramente realizado por agentes de la Policía Nacional, llega tras varias peticiones hechas públicamente por el propio concejal de Seguridad Ciudadana y tras recientes contactos mantenidos por el subdelegado del Gobierno y autoridades policiales con víctimas de robos relacionados con el tráfico de droga.

Aunque poco antes de la última junta local de seguridad el mismo subdelegado, Fernando Solís, puso en duda que en San Lázaro fuera necesario un refuerzo policial, la insistencia del edil, Francisco Martín, así como la petición de amparo y, sobre todo, la denuncia pública de las víctimas de los continuos robos de bombonas de butano que cambian por droga, parece haber hecho reconsiderar las posturas dado que ni siquiera la propia junta de seguridad lo logró. Ayer por la mañana varios vehículos policiales llegados de Cáceres tomaron San Lázaro en controles que, aseguran las mismas fuentes, seguirán.