El cross popular Camino del Puerto es ante todo una prueba sana. Porque se practica ejercicio, porque está ubicada en plena naturaleza, en el monte Valcorchero, y porque se hace en familia. Y además, te permite colaborar con un colectivo dedicado a la ayuda a otras personas, este año, a la Asociación de Autismo Norte de Extremadura (AUNEX).

Por eso, la diversión está asegurada, a lo que contribuye el hecho de poder ir también disfrazado.

Este cross es una de las pruebas más antiguas de las que se disputan en la ciudad, pero además, para contribuir a su espíritu, desde el año pasado no es competitiva, es decir, que no importa quien llegue el primero o el último. Lo importante, como se suele decir, es participar. Los únicos premios son para los mejores disfraces y para una categoría mítica, para aquel que llegue a la linea de meta con la cara más desencajada.

La undécima edición se disputó ayer, con un tiempo excelente y una participación de unas 250 personas. Como la inscripción costaba cinco, se recaudaron en torno a 1.250 euros.

Hubo carreras para todas las edades, desde los más pequeñitos, de cero a cinco años, con un recorrido de unos 200 metros, a los adultos, sin límite máximo de edad, y con un recorrido de bajada por la carretera del Puerto, para subir por el Camino Viejo.

A todos, por participar, se les regaló una bolsa del corredor, una camiseta técnica y, para reponer fuerzas, un plato de paella a cargo del grupo Cáparra. La Concejalía de Deportes organiza la prueba junto con GPM Trail del Grupo Placentino de Montaña, el club placentino de atelismo y colaboradores.