Dolores Martín es usuaria habitual de la piscina climatizada y una mañana cualquiera resbala en los lavabos produciéndose la rotura de un brazo siendo trasladada de urgencia al hospital. Pero como considera que su caída se debió al mal estado del suelo, días después vuelve a la piscina para reclamar asistencia sanitaria y cuál es su sorpresa cuando el coordinador deportivo le entrega un volante para que sea atendida en la mutua como si de un trabajador municipal se tratara.

DECIDIDA A DENUNCIAR AHORA

"En la mutua me preguntaron en qué departamento del ayuntamiento trabajaba". Sorprendida acudió entonces al concejal de Deportes, Manolo Rodríguez, a quien contó la caída y que a consecuencia de ella no podía valerse por sí sola. "El me dijo que podía presentar denuncia, pero me ofreció contratar a una persona en casa durante el tiempo que estuviera así y que me lo pagaba luego el ayuntamiento".

Pero cuando le presenta la factura, de 901,50 euros por un mes, el edil le explica que los técnicos jurídicos le han advertido de la ilegalidad de abonar el gasto y de que al ayuntamiento ni le corresponde hacerse cargo porque la caída no se debió a ningún desperfecto en la piscina. "Yo me fié de su palabra, pero de haber sabido esto antes claro que hubiera denunciado". Ayer indicó que ahora sí piensa presentar denuncia y ya ha solicitado asistencia jurídica gratuita en los juzgados.

Mientras, el edil niega que haya habido engaño y atribuyó a un error que primero fuera remitida a la mutua de accidentes laborales para insistir después en que "yo sólo la dije que intentaríamos pagárselo, pero luego los técnicos me han dicho que no es posible".