Los vecinos de tres bloques, dos viviendas y los trabajadores de varias tiendas de la calle Piornal tuvieron que ser desalojados ayer por la policía local como consecuencia de una fuga de gas natural que se produjo cuando la máquina excavadora de una obra del agua en la misma vía rompió la conducción pasadas las diez de la mañana.

Los bomberos no tardaron en acordonar la calle, muy próxima a la estación de autobuses en el Rosal de Ayala, como medida preventiva mientras un operario de la empresa instaladora del gas buscaba la llave para cortar el paso, según indicó la policía local. Los vecinos permanecieron en la calle al menos durante veinte minutos porque, según testigos presenciales, "el gas salía a presión y daba miedo".

Pero tanto el desalojo como las actuaciones posteriores terminaron sin incidente alguno y todo quedó en un susto aunque los afectados, la mayoría mujeres que estaban dedicadas a las tareas domésticas, se alarmaron más por el dispositivo de emergencia que por la fuga en sí porque hasta que no salieron a la calle no percibieron ni el olor.

Por otro lado, los bomberos tuvieron que salir también ayer a un nuevo conato de incendio en las inmediaciones de la ermita del Puerto y la tarde del lunes al cerro de San Lázaro.