La Policía Nacional y la Guardia Civil de Cáceres desmantelan un red de explotación y tráfico sexual, que mantenía secuestrada a una ciudadana rumana en Plasencia. En la Operación Laura se ha detenido a cuatro rumanos que residían en Jerte y en Plasencia.Según informa la Comisaría Provincial de Cáceres, el pasado 15 de julio, la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación de Zaragoza comunica a la de Cáceres de la denuncia de una rumana, en la que explicaba la existencia de una organización dedicada al tráfico de mujeres rumanas para su explotación sexual en un club de alterne de Plasencia. La denunciante explicó que una amiga suya permanecía secuestrada por un rumano, que pretendía explotarla sexualmente en el local.Inmediatamente, las Fuerzas de Seguridad del Estado montaron un control policial en el club, donde localizaron a una rumana que vigilaba a tres compatriotas, que compartían habitación en el local de alterne y a las que cobraba el 50% de los servicios que tenían con sus clientes. Al parecer, se trataban de las normas impuestas por sus compatriotas, quienes las engañaron con contratos de trabajo para trasladarse a España, aunque, una vez aquí, se les informó que su labor consistía en prostituirse. La denunciante consiguió huir, pero no su amiga que no quería prostituirse. La tercera víctima permanece el club, con las condiciones impuestas, por temor a las represalias hacia ella o hacia su familia.La Operación Laura permite la detención de cuatro ciudadanos rumanos, a los que se les acusa de varios delitos: detención ilegal, contra la libertad sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, contra los derechos de los trabajadores y asociación ilícita. Los detenidos han pasado hoy a disposición judicial.