La policía local lo detuvo el domingo por la mañana cuando un vecino alertó de que estaba robando los cables de unas farolas en San Juan, pero ayer pasó a disposición judicial y fue puesto en libertad. Al igual que paso en feria después de haberse llevado los altavoces de la discoteca Moma y de haber abierto un butrón desde donde vive, en la calle Sancho Polo, a la casa contigua para quitarle al vecino numerosas piezas de coleccionista.

Se trata de un joven con problemas de drogadicción que trae de cabeza a la policía y a los vecinos, quienes demandan una solución. "No sé si debe estar en la cárcel o en un centro de desintoxicación, pero desde luego recogido porque él necesita ayuda y los ciudadanos necesitamos estar tranquilos además por su propia familia". Quien dice esto es un residente en la zona tras conocer que también ayer quedó en libertad, según confirmaron fuentes judiciales e insistió en que "la justicia debe ser consciente de que necesita dinero y seguirá buscándolo como sea".

A UN VECINO Recientemente se le ocurrió abrir un butrón en la casa donde está acogido por su familia para llevarse todo lo que pudo del taller de un vecino, piezas de gran valor sentimental, y si pudo ser detenido es porque un vecino observó cómo lo cargaba tranquilamente en una furgoneta con la ayuda de dos compinches que también pasaron a disposición judicial. Los tres detenidos quedaron luego libres.

En la misma calle la policía cree que se quedó dentro de la discoteca Moma una vez que cerró al público para llevarse los altavoces. Según las mismas fuentes, las cámaras de vigilancia lo grabaron manos a la obra. "Yo no sé qué más tiene que hacer para que la justicia dé una solución", dijo, escéptico, el mismo vecino y la policía local, que lo detuvo el domingo, remitió al juzgado, donde apelaron a las leyes vigentes.

Para los vecinos, además de un quebradero de cabeza, es un problema social y lamentan la dramática situación por la que está pasando la familia. Por lo que piden medidas a la justicia sin esperar a que vuelva a dar otro palo. En el caso de los cables que estaba quitando en la calle Santa Catalina resultó un robo frustrado por la policía local gracias al aviso de un ciudadano.

Por cierto, que otros robos siguen consumándose y mientras la policía investiga los negocios que presuntamente compran el cobre robado, la alcaldesa pide la colaboración ciudadana para que cuando vean a alguien manipulando sospechosamente el alumbrado, avise a la policía.