El juez decretó ayer prisión preventiva para un placentino de 34 años por presunto abuso sexual a una niña de seis años, que desapareció la noche del miércoles durante aproximadamente tres cuartos de hora, pero que curiosamente reapareció de la mano del joven detenido, J.C.M., quien sufre una discapacidad psíquica.

La madre dejó de ver a la pequeña minutos antes de las nueve de la noche mientras hablaba desde la cabina de teléfono del rincón de San Esteban y pidió ayuda a la policía local, que dio aviso a la Policía Nacional y rápidamente montaron un dispositivo conjunto en su busca por todo el centro, según indicaron ayer fuentes policiales.

"Nos avisó la madre antes de las nueve y salimos tres patrullas --cuenta un policía local-- más la Policía Nacional. Prácticamente todos los que estábamos de servicio, nos pateamos todo el centro hasta que a las diez menos cuarto la llevó cogida de la mano el chico a comisaría". Eso es lo más extraño porque las mismas fuentes aseguraron que la pequeña dijo haber sufrido tocamientos, según informó la jefatura de la Policía Nacional, por lo que fue acompañada al Hospital Virgen del Puerto donde se le practicó un reconocimiento médico en presencia del forense y autoridades judiciales.

DISPOSITIVO ESPECIAL Del informe no trascendió ayer nada oficial, pero sí que el titular del juzgado número 1 decretó el ingreso en prisión preventiva del detenido, que es un joven muy conocido en la ciudad por lo que los rumores se dispararon ayer por la tarde, aunque él ya había partido a las 16.30 horas con destino a Cáceres en el furgón de la Guardia Civil.

Hasta ese momento estuvo en los calabozos de la policía local, donde pasó la noche y de donde sólo salió ayer por la mañana para prestar declaración en el juzgado y ya por la tarde escoltado por los guardias civiles. Según la versión policial, el joven se mostró tranquilo en todo momento desde su detención.