El Día de Extremadura se convirtió ayer en sinónimo de basura. Contenedores a rebosar de bolsas, vasos de plástico y cristales por el suelo y cajas de cartón ante los comercios del centro. Así estaba ayer Plasencia para vergüenza de placentinos y desagradable sorpresa de quienes visitaron la ciudad.

La palma de tanta suciedad se la llevó el centro, más visible por ser lugar de reunión de muchos vecinos y escaparate de la ciudad para el turista. En la plaza de San Pedro de Alcántara había vasos de plástico, bolsas y papeles por el suelo y los contenedores de la puerta del Sol estaban tan llenos que debían permanecer abiertos, con las bolsas a la vista, en el suelo y cajas junto a ellos.

"Me parece una guarrería tanto para mí, que me gusta pasear por aquí, como para cualquiera que nos visite hoy", señalaba Emilio, un placentino jubilado. Pero la calle del Sol no se quedaba atrás porque a uno y otro lado había cajas de cartón en montones y alguna bolsa de basura, además de otras esparcidas por el medio de la calle al igual que plásticos. "Es una vergüenza, me está dando asco venir por aquí y vergüenza ajena por cómo tenemos la ciudad", se quejaba María, que paseaba a su bebé en un carrito.

Más basuras y cajas amontonadas se encontraban junto al contenedor de la plaza Quemada mientras un grupo de turistas se topaba con otro contenedor abierto y con toda la basura a la vista en la calle Santa Clara, justo al lado de la oficina municipal de turismo y en plena ruta hacia la catedral. "Esta ciudad está muy sucia y es una pena", comentaba Andrés, un turista catalán.

Lo cierto es que el miércoles no se podía tirar la basura por ser víspera de fiesta, como indica el calendario de días verdes, pero algunos placentinos critican que no se recogiera la basura: "Si parece que no han pasado ni los barrenderos".