El ultimátum lanzado a los hosteleros y comerciantes del centro por el concejal de Servicios Municipales, Paco Corisco, de recurrir a una campaña de vigilancia e imposición de multas si no reciclan la basura contrasta con el tono tranquilizador que utilizó ayer el alcalde para advertir que "son pocos los que incumplen la normativa porque lo cierto es que la hostelería ha experimentado una revolución". Díaz corrigió la contundencia del mensaje del edil y no sólo reconoció la falta de contenedores, sino que la justificó. "Introducirlos en intramuros no me parece idóneo, yo no lo he visto en ninguna ciudad".