Si a alguien debieron corearle ayer torero, torero fue, sin duda, a José Luis Díaz. Los números cantan y a ver si no de dónde salen los 175 votos que hicieron presidente con todo un 92% a Díaz Cabello si el PP acaba de hacer militantes deprisa y corriendo a 150 exafiliados a su CCPL. No hay más que ver el reparto de cargos de la nueva dirección local. Como una margarita: uno para el PP y otro para el CCPL.

Los críticos debían haber medido sus fuerzas con una candidatura y Victoria Domínguez debía haber dado la cara. Pucherazo aparte, el voto es secreto y cuando uno se siente respaldado por la mayoría silenciosa , debe ofrecerle una alternativa que ahora sólo ha sido plantar batalla, quién sabe si también legal, al partido. Al más puro estilo de Díaz. Pero claro, viendo lo bien que le ha ido a él.

Pasa también que en el CCPL se mueven y son como una piña y los críticos un ente abstracto más dado a recursos legales que a pedir avales. Si bien el PP debió pedir el 20% de los 370 votantes reales y no de los mil virtuales. Ahora, que está clarito que el PP ha revalidado la reunificación realmente necesaria para desbancar al PSOE el 2007, y su artífice, para bien o para mal, ha sido Díaz Cabello.